Cambiar las juntas de las puertas de un lavavajillas es una de las tareas de mantenimiento más habituales en uno de estos electrodomésticos. No es algo que haya que hacer todos los años, claro, pero pasada una década de duro trabajo diario, no es mala idea revisar su estado general. Y si alguna vez has visto pequeños charquitos de agua debajo de la puerta, una junta en mal estado puede ser la causa.
Pero no te preocupes, porque cambiarla es muy sencillo y no debería llevar más de unos pocos minutos. Veamos cómo
Antes de nada, seguridad ante todo: desconecta el lavavajillas de la red electrica y corta el suministro de agua. No hay excusas, la mezcla de agua y electricidad es una de las más peligrosas de la cocina y trabajar con seguridad es la norma básica fundamental.
Hecho esto, abre la puerta del lavavajillas y examina cuidadosamente toda la junta. Pequeñas grietas que sólo veras cuando estires la goma, o deformidades debidas a un cierre inadecuado o incluso gomas resecadas por sol o calor directo, son las causas mas frecuentes por las que hay que cambiar el burlete del lavavajillas.
Cambiar la junta principal del lavavajillas
Aunque muchos modelos comparten la misma junta, es imprescindible que al comprarla nos indiques el modelo concreto de tu lavavajillas, para que te podamos enviar la pieza correcta que encajará a la perfección en tu electrodoméstico.
Mientras vas retirando la junta vieja, mete la nueva en agua tibia. Esto la ablandará para hacerla más manejable y fácil de cambiar. La junta vieja está engarzada a presión, así que basta con tirar de ella hacia tí y meter un dedo por debajo (o una cuchara de madera o algo que no estropee el metal ni los plásticos del lavavajillas) para irla sacando entera.
Hecho esto, revisa todo el contorno y déjalo completamente limpio de suciedad y grasas antes de poner la junta nueva. Eso mejorará la estanqueidad de todo el perímetro.
Cambiar la junta inferior
Si, existe una junta inferior en tu lavavajillas, que casi nunca se vé a primera vista a menos que te fijes, y que se encarga de sellar la parte inferior de la puerta del lavavajillas cuando ésta se encuentra cerrada.
Normalmente esta junta está sujeta a la puerta o al cuerpo del lavavajillas por unos tornillos. Basta localizarlos para poder extraerla y cambiarla por otra nueva.
Ojo con esta zona, porque es relativamente fácil pillarse los dedos con las bisagras al mover la puerta.